NUESTRO LEMA DE TRABAJO
Por: Jeannette Patino
¡Mi pueblo se destruye por falta de conocimiento! Por cuanto has rechazado el conocimiento, yo te rechazo como mi sacerdote; por cuanto te has olvidado de la Torá (instrucciones) de tu Elohim, yo también me olvidare de tus hijos. Oseas 4:6
Shalom Amados Pastores y lideres, Que el Todopoderoso siga bendiciendo a sus vidas. Quiero compartir nuestro lema de trabajo “CONOCIMIENTO”
La palabra conocimiento es: la acción y efecto de conocer, es decir, de adquirir información valiosa para comprender la realidad por medio de la razón, el entendimiento y la inteligencia. Se refiere, pues, a lo que resulta de un proceso de aprendizaje.
Meditemos un momento en que condición se encontraba el pueblo del Eterno en los tiempos en que HaShem le habla estas palabras al profeta Oseas. Ya el reino de David se ha dividido en dos; el reino del Norte (Israel), y el reino del Sur (Juda). Ese fue un tiempo en el que el pueblo de Israel se había corrompido con el pecado de la idolatría, fornicación, adulterio, prostitución, perjurio, muerte, robo, y derramamiento de sangre inocente en el Valle de Jezreel. Un tiempo en el que el pueblo se había olvidado de HaShem. YHVH les dice por medio de Oseas, que el pueblo está perdido porque le falto conocimiento, por tanto, los echara del ministerio y se olvidara de ellos.
Oseas nos está hablando de dejar el conocimiento de la Torah, la enseñanza, instrucciones, decretos, preceptos, mandamientos que HaShem había dado a su pueblo por medio de Moisés.
El pueblo de Israel había desechado el conocimiento por interés propio, instituyendo un sacerdocio ilegítimo lo vemos en (1 Reyes 12:31), perturbando la verdad (Oseas 4:1), corrompiéndose moralmente (vs. 2) y profanando las cosas sagradas (vs. 13). Ellos habían “olvidado” voluntariamente a Adonai, Su ley y Sus advertencias. Su pecado no era simplemente desconocer la ley de HaShem (aunque esto pudo haber sido parte del problema inicial); en cambio, era su disposición constante de rechazar todo lo que procedía de la voluntad divina. “Ellos habían rechazado, ignorado y finalmente olvidado conscientemente lo que el Padre celestial le había instruido.
Como hoy en día tenemos esos mismos problemas, donde en las congregaciones se ve tanta desobediencia al Todopoderoso. Vemos familias destruidas, hogares desechos, hijos rebeldes, como los miembros practican la mentira, murmuración, la infidelidad y la lista es larga de lo que ocurre en las Iglesias. Razón tenía HaShem en declararle a Oseas “Mi pueblo se destruye por falta de conocimiento a las ordenanzas del Eterno”.
¿Cuáles fueron las consecuencias de la rebeldía de Israel y su rechazo del conocimiento divino? HaShem había rechazado su sacerdocio, sus sacrificios y su gobierno (3:4), su arrepentimiento falso (5:4) y su ruego de socorro (vs. 14), sus profetas y su casa de adoración (9:8), y su identificación divina (1:9). En la carencia de arrepentimiento verdadero, Dios rechazaría al pueblo.
¿Cuál es una de las lecciones que los creyentes en este tiempo pueden aprender de esta circunstancia lamentable? El conocimiento sin aplicación es tan destructivo como la ignorancia involuntaria. La única manera que nuestras congregaciones lleguen a conocer quién es el Eterno y que quiere de su pueblo es conociendo a las instrucciones que Él nos ha dejado en los mandamientos entonces solamente entonces conoceremos a nuestro Adonai (Dios). Como ministros es nuestra responsabilidad de instruir al pueblo en el conocimiento del Eterno para que podamos expresar las palabras dichas por rey David: En el Salmo 119:97,98,104 David expresa estas palabras ¡Oh cuanto amo yo tus instrucciones! Todo el día es ella mi meditación. Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos; porque siempre están conmigo. De tus mandamientos he adquirido inteligencia; por tanto, he aborrecido todo camino de mentira. Amén
Shalom a todos.
